lunes, 6 de octubre de 2008

Muñecas Vivas


Quien pasó su niñez y adolescencia en los años 80's recordará a unos simpáticos personajes azules llamados Pitufos, célebres por sus aventuras en televisión, pero también porque protagonizaron una temible leyenda urbana en la que se afirmaba que unos muñeros de peluche que representaban a estos personajes, habían dado muerte a los niños de una familia mientras los papás se entontraban fuera.

Cierto o no, los juguetes que personifican a hombres o animales han inspirado cierto recelo a muchas personas. Y para muchos son hechos verificables y comprobalbes. Yo mismo he tenido una experiencia parecida con un reno de peluche que tocaba una melodía de navidad mientras se le encendía la nariz con una lucecita roja. Lo paradójico no es que ésta sonara en junio, sino que el muñeco no tenía pilas, y al revisar con detenimiento el sistema eléctrico, me percaté de que estaba totalmente destruido, los cables estaban desconectados. Aún si hubiera tenido baterias, era imposible que pudiera encender tanto la música como la luz. Solución, opté por quitar todo el sistema, sellar al muñeco y devolverlo a su lugar.

Pero muchas personas no han sido tan afortunadas con este tipo de eventos, como se ve en el video que a continuación se presenta:


En el video se observa cómo la muñeca parece realizar movimientos propios mientras una joven filma a la otra. El fenómeno tiene varios nombres: muñecas vivas, muñecas diabólicas, etc., lo que si es un hecho es que ha despertado la curiosidad de quienes se dedican a estudiar las ciencias paranormales, mientras que para muchos otros no se trata de otra cosa más que de un truco perfectamente diseñado para llamar la atención de quienes vean las imágenes.

El fenómeno deja muchas cosas que explicar, lo cierto es que, desde mi perspectiva, nada que escape a lo dispuesto por la naturaleza y, para los creyentes, por Dios, no debe ser muy bueno. Si el hecho es real, habrá que preguntarse por qué estas muñecas tienen esta facultad, de dónde proviene y el riesgo que se corre de no hacer nada.

La realidad es que el fenómeno se está manifestando y lo más conveniente sería estar preparados e infromados para afrontarlo. No es que espero que se llegue el caso de los pitufos (en el que personalmente nunca he creído), pero si a permitir que ese otro mundo se manifieste en nuestro entorno y nos haga pasar malos momentos.

El hecho está ahí, lo dejo a su consideración.